WASHINGTON D.C. — El posible cierre de la Oficina de Investigación y Desarrollo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) socavaría la capacidad de la agencia para proteger la salud pública, las comunidades y la vida silvestre. Los legisladores, a nivel estatal y federal, confían en la investigación rigurosa de la EPA para salvaguardar nuestro derecho al aire y el agua limpia.

"Cerrar la oficina de investigación de la EPA y obstaculizar su capacidad para recopilar y compartir información científica actualizada es increíblemente peligroso para la salud pública y las comunidades", dijo Diane Pataki, científica jefa de National Wildlife Federation, que anteriormente formó parte del comité asesor del departamento. "Le debemos a los científicos de la EPA y a su trabajo, enormes ganancias en aire y agua limpia en todos los Estados Unidos. Debilitar la capacidad de la agencia federal para llevar a cabo investigaciones independientes, descarrilará las políticas estatales y federales que protegen al público de los contaminantes tóxicos y los impactos cada vez peores de la crisis climática. Ahora más que nunca, necesitamos una EPA fuerte que siga la mejor información científica disponible para proteger a las personas y la vida silvestre", indicó Diane Pataki.